
TARDES DE DOMINGO
Aquella
caja de latón me inquietó
atesoraba
curvadas fotografías
testigo
de mi corta infancia
de
la Granada donde ellos residían.
Ansiosas
tardes de domingo
besos
y bálsamo sus caricias
meriendas
pan con chocolate.
Chatillo
de vino, soda o agua fresca de pipo
inolvidable
el canario blanco
arrumacos
premiados en mi manecita.
El
aluminio, diez céntimos “perra gorda”
anunciaba
la última etapa de la tarde
Retorno
al viejo bus sin cobrador,
forzoso
lunes de enseñanza
Invisibles ya pero eternos...
Delantal
cuadritos bicolor,
tabaco
de liar sin boquilla
No solo la tarde dominical,
aún estremecen mi memoria.
Hoy llevo
a los míos con su abuelita
…en
las tardes de domingo por Graná.