lunes, 31 de julio de 2017


                                                
   
                                              L L O R A

Por ser una gran mujer, le hizo traspasar los límites humanos, a su antojo, según dictaba su corazón enfermizo. Deseada , pero obediente y sumisa, el instrumento perfecto donde clavar los alfileres de sus derrotas, no más. Ella implicada (ajena al entramado), lloraba, en ocasiones incluso sin lágrimas o a través de la sonrisa, con objeto de desahogar el alma, buscar un poco de paz... Envuelta en toda aquella nebulosa, se afanaba en ahuyentar lo que le debilitaba  la razón.

            Madre y dama impecable para todos. Quiso desafiarle ante semejante carencia de afecto y la incompresible violencia física-emocional que ejercía sobre su persona: HUYÓ. Gritó..... ¡Basta de celos y egocentrismo!... Le deseaba junto a ella pero no hasta el extremo de secuestrarle hasta el aire. Gozaba de su sombra como única compañía y reinventaba ilusoriamente la felicidad pero con sueños del pasado...  Obtuvo entonces el valor necesario para trepar el muro y saltar al vacío, exenta de miedos. Dejó tras de sí los repetidos golpes al ya debilitado cuerpo y las duras condenas impuestas por cada segundo de su respiración. Carente de amor, dada la impulsividad de esa mano larga, solicitó ayuda para romper lazos y encontrar la codiciada libertad.

domingo, 30 de julio de 2017

SABOR   ARCOÍRIS


El Arcoíris sin maldad
garbo sus siete colores

paleta sin porosidad
grandeza sus valores

Caminante y su destino
lucha si algo va a la mitad

cabeza alta en el camino

rebelión, amor y libertad
















   
                                               
                                           SIEMPRE  DIOSA                                        


Hoy, ayer o antier
ni siento sus manos
ni su aliento cercano
o sus labios en mí.

Solo bordeo su nombre,
amordazo mi alma
 y asilo mi cobardía...
 refugio, el muerdo ilusorio.

Retozo entre los pechos
centauro claudicado,
la arena nuestro lecho
su hermosura mi libido.

El galope de sus caderas
perdición,
al continuo indagar de sus dedos
claudicaba.

Espectaculares réplicas en mí
refulgían como llamaradas...
  la entrepierna agonizaba...

Safo ovacionará nuestro encuentro.


ESTRELLA de ANGELES  BAMORE

sábado, 29 de julio de 2017





 De repente… abrió los ojos. Advirtió que lo acaecido en el pasado, no era una   circunstancia causal. Mentalmente fue encadenando hechos, aquéllos que etiquetó como anecdóticos, porque sacudiendo la cabeza una y otra vez se decía, “esto no puede ser cierto, no me ha podido suceder a mí”.  Pero sí. Retirándose la opaca venda de los ojos, descubrió que el punto de partida, el kilómetro cero no solo se situaba en Madrid, sino postrado a los pies de su cama, circundando su vida.

Y en aquella jornada veraniega, cuando la tarde por fin se iba desplomando, ella esperaba un día más la llegada de su flamante marido.  Unas veces descansada sobre el balaustre metalizado del balcón exterior, otras, acomodada en una silla de enea. Henchida de pasión esperaba su regreso.  Por aquel desempeño en la venta libre, de ordinario el reloj se sublevaba para su desesperación, desafiando la espera, pareciendo caminar con más lentitud de unos días a otros.  Los efectos de las altas temperaturas estaban patentes sobre la piel de aquel hombre y el estado físico denunciaba agotamiento intenso.
La noche iba ganando terreno, precipitándose con una antipatía que provocaba. La angustiosa espiral iba formando un cerco cada vez más cerrado, cada vez más difícil de vivir. Y sobrevino lo impensable acurrucados en aquel aparente ambiente marital envidiable.  Comenzaba a fraguarse las primeras señales de metamorfosis. Una mudanza forzada que progresivamente iba afectándole a ella con gravedad, a su estado emocional, a su serenidad, optimismo y anhelos.
La flamante esposa se dirigió una vez más al balcón buscando un poco de aire fresco que le proporcionara clemencia y deleite. Llegó al hogar su esposo. Lo primero fue indagar con un tono disgustado y a bocajarro, porqué le aguardaba en esa actitud y con semejante atuendo: quítate de esa postura. Así estás provocando al vecino de enfrente; además, cierra tus piernas mejor – continuaba arremetiendo… no sabes sentarte con esa minifalda, ni llevarla correctamente como las chicas de pasarela” …
            En un principio, lo entendió como un hecho aislado, pero se presentaba más serio. Cuántas reacciones compulsivas lograría descifrar tiempo después a raíz de aquellas intervenciones. Nunca con anterioridad había presenciado semejante malestar, ni expuso
tales pensamientos su parte. Lamentablemente sin intuirlo, eso solo se trataba de un extremo del llamado Iceberg de la Violencia de Género y su progresión comenzaría ser inequívoca.
Asida de su mano y sin imaginarlo, cruzaría incontables caminos abruptos e irracionales. Dicho témpano frío y de apariencia sólido e indestructible, marcó tristemente su existencia y con los años, la de su hijo. Y llegó el día en que se quitara la venda de los ojos y el transcurrir del tiempo le dotara de explicaciones a cada circunstancia malvivida. La convivencia con él - su relación marital-  estaba basada en el dominio y el control. Todos los momentos compartidos, circundaban el mismo trayecto. Ella no era consciente del devastador maltrato que su conducta le ejercía a su persona. Su esposo y abusador, estaba perfectamente camuflado en una gestión que en primera instancia despistaba. Su buen trabajo perseguía impactar al pronto.
Perfecto caballero, correcto, simpático y atento, luciendo un brillo extenuante. La meta se centraba en trabajar la provocación, endosándole sentimientos de inferioridad, así como evidenciar públicamente sus errores… saber ocultarse para salir indemne de las situaciones y recurrir a la burla mezclándole fuertes dosis de ironía. En conjunto, un desprecio sutil para encajonarla en el vacío. No se dejaba cabos sueltos. Perfecto calculador, con idea de originar un mayor perjuicio. Incluso, para rematar la administración de autoestima, le mortificaba abiertamente y sin tapujos colocándose el dedo índice en la sien de su cara significando que andaba desequilibrada. Pero el comportamiento de ella amparaba el silencio, rara vez respondía a sus ataques, lo que él interpretaría en el tiempo como obediencia y sometimiento. En alguna ocasión saturada, le reprochaba su última embestida y en desquite le destacaba los defectos “Mira que eres…”  La réplica no se hacía esperar, atravesando sus sentidos con extrema fugacidad: “Pues anda que tú…”
Hundido en su propia miseria, solía aferrarse a la fantasía con idea de fortalecer sus desproporcionados argumentos, para consolidar el objetivo de salir siempre airoso y enfundado en guante blanco. Jugaba a la ignorancia cuando ella le formulaba ciertas preguntas con insistencia al no obtener un resuelto dictamen.  Enfurecido emitía un veredicto agriado… “Ya, ya, si te he escuchado, no indagues más en lo mismo…”. Realizaban la compra semanal, y al término de la misma., al subir las pesadas bolsas, su cónyuge indicó al hijo dónde las debía ir depositando. El pequeño se despistó ignorando la propuesta. Él entonces se enfureció con ímpetu al no ver satisfechas sus órdenes y la esposa que aprecia las intenciones venideras, se dirigió cariñosamente a su retoño con intención de despertarle de esa obnubilación momentánea y puder obedecer sin más. Su consorte que hervía en su desesperación, retrocedió hacia él y con una furia contenida y sin límites, sus labios se desmarcaron, pronunciando lo que sus sentimientos no ocultaban pero silenciaban… ¡Mira tu madre…SUMISAAAA!!. Ella afanada en la discreción y sutileza, dispersó el instante no concediendo importancia alguna al hecho con objeto de no provocar ningún tipo de mella en el pequeño. Sus pretensiones siempre se basaban en la protección. Aislarlo de una nueva bravuconería.
                        Las quejas sobre la forma de educar al retoño atravesaron la cantinela inoportuna, en ocasiones acalorada y cansina porque traslucía otro arrojo de insuficiencia a sus capacidades. Aducía entre otras cuestiones dolientes que pareciera tenerlo secuestrado por su negativa a criarlo fuera del seno familiar. Presentando como opción primera, a su familia de procedencia. Juego que no secundaba la esposa y tampoco satisfacía sus deseos, lo que se apresuraba a dictaminar con rabia una locución recubriéndola con cierto veneno…” Quién todo lo quiere, todo lo pierde” ...
Difundía sus batallitas como si de fascículos se tratara, anteponiendo las conquistas cosechadas frente a las derrotas de ella. La que provocó que ésta dejara de compartir experiencias cotidianas con él porque si el resultado no se presentaba satisfactorio, le objetaba “La culpa es tuya… No lo ejecutaste de tal o cual manera”.
            El aspecto económico era puro equilibrio del ying-yang. Años atrás dictaminó que él saldría a trabajar y ella quedara en casa cuidando del hijo. Ostentaban una pequeña empresa donde defendía labores de secretaría y otras de menor cualificación. Rápidamente se supo que pieza personificaría en su ajedrez.  Pasados unos meses salió de allí por pies, abatida, inútil, desprendiendo una pésima imagen de sí misma. “Es mejor que tú te quedes en casa con el niño y yo continuaré aquí…  - sentenció”. Por consiguiente, se convertiría por decisión, en la persona que aportara el capital al hogar y es cuándo comenzaría a cuestionarse la capacidad administrativa de “la reina de la casa”. La dualidad entre, “arréglatelas con lo que te doy “y ¡¡RIDÍCULA, ERES UNA RIDÍCULA!!”  afirmaba una vez más el panorama desolador por el que vagaba.  La vida con él y su inseparable sombra siempre la mantendría en vilo como si se tratase de lluvia torrencial, una ruleta rusa con la inquebrantable pistola siempre atenta. El perfecto marido se iba deshonrando como militar por traición, aunque continuaba aireando su aspecto de dandi…




jueves, 27 de julio de 2017

    

VA DE DANDI
  

EL     :   Admito que soy un poco machista, 
            pero no me descubro ante esto

ELLA :  Si es el sentir de muchos hombres. 
            La mayoría actuaís así.

EL    :  Son consideraciones únicas en el varón. 
            Me apasiona ir de dandi, aunque mis
            conocimientos de moda sean mínimo
            y mi sangre azul, dudosa; y que tú seas
            la reina de mi casa, ¡en zapatillas y delantal!

ELLA:  ¡Sólo piensas en tí!

EL       : Me paso el día trabajando fuera de casa, 
            aunque confieso que me atrae estar
            en el exterior, de un lado a otro…Ejem!
            ...y tú, claro, dentro!

ELLA : Me haces daño, ¿vale?...

EL      :  El hombre, siempre será el hombre, y tú nena,
             la mujer, je, je! Admito que soy ,
             un poco machista… 
             pero no me descubro ante eso.



    ESTRELLA  DE  ÁNGELES  BAMORE
            

     

domingo, 23 de julio de 2017


                                 MEDITACIONES…

Todo marchaba bien. Ella trabajaba y yo, también. De vez en cuando, cogía vuelo para visitar a los suyos… se lo podía permitir. Éramos muy felices. Como todas las parejas, de vez en cuando alguna contienda, pero al final, ella o yo, alguno de los dos, cedía. Había mucho en juego para no hacerlo. Un obsequio, una cena, un perdón…. un te quiero! A veces, después y con clara intención de sellar la buena voluntad, hacíamos el amor… aunque entre dos que se aman eso casi ni se refiere.
Todo marchaba bien, repito. Fueron muchos los años de convivencia. Reconocíamos que la felicidad plena aún no se hubo inventado y a pesar de vivir igualmente situaciones adversas, éramos una pareja feliz. Siempre he intentado investigar el lado positivo a cada circunstancia, agotando las posibilidades hasta conseguir la finalidad propuesta. Examinando con cara sonriente el instante, terminé por admitir que existía una fuerza mayor e imparable en todo ello, su YO interno pretendía sobresalir y engullir mi voluntad. No lo podía superar. Paulatinamente se iba apoderando de mis fuerzas, no logrando ocultar mi malestar.
Repetidas jornadas tornaban en auténticas batallas. Pugnas descarnadas y envilecidas por pretender ser superior al otro siempre y en cualquier contexto. Su fuerza era tan grande que interiormente saqueaba mi razón. Intrínsecamente lo repudiaba hasta convertirse en un obstáculo en mi realización personal. Meditaba e imploraba fuese aquella la última cruzada. Recapacité concienzudamente sobre el valor de la persona frente al ego. Descarté el exceso de necesidad interior, empatizando en mayor grado con nuestros semejantes. Meditando llegué a la conclusión de no permitirle a nadie que absorba mi yo interno. Tenía que aprender a dejar marchar, aunque pagaran la cuota, justos por pecadores… Del mismo modo ofrecer segundas oportunidades, si éstas van acompañadas de un sincero arrepentimiento.

 Yo le amaba. No solicitaba nada exuberante. Lamento no haber atesorado lucidez y recapacitar lo que me nublaba en esos momentos. No hubiera permitido tanto daño ni tan desproporcionada virulencia. De ningún modo olvidaré cuanto entregué y lo que recibí de vuelta…un monumental boomerang envenenado. Uff espectacular la vida… sinsabores y miedos. Afortunadamente el dolor alcanzó su punto álgido, cayendo finalmente en picado, superándome, aunque como una bola de fuego, envuelto de incógnitas. 



ESTRELLA  DE  ÁNGELES  BAMORE


















sábado, 22 de julio de 2017

   




                                                 PARAÍSO

Al regresar a casa, el chasquido de la cerradura le engulló en un mal augurio y un premonitorio escalofrío se extendió por su cuerpo. El miedo se apoderó de él... Conocía la sensación, pero prefería obviarla ya que estaba respaldado por la bravura de las personas que actúan de manera discriminatoria hacia la mujer y cómo no, la suya pertenecía a ese bando. El modus operandi para lograr su fin se ceñía siempre a los mismos argumentos, Incapaz de rectificar o susurrar, ¡lo siento!. No apoyaba sus planes ni deseos…Unas veces le acusaba de infiel, y otras de lo mal arreglada que iba…A menudo le subestimaba sin piedad…Le comparaba con las gestas realizadas por su madre…Sus palabras sentenciaban verdades plenas y absolutas…” Si una mujer no comprende algo, es debido a su grado de estupidez o poca inteligencia, ¡Mujeres!… Le incomodaba si ella no imitaba con la misma sutileza y amabilidad lo que él exhibía hacia los demás en cada momento…Fracasaba y menospreciaba algún comentario o inquietud que ella pudiera expresar, escudándose en su ejemplar figura, que no contemplaba trabas ni inconvenientes …”         ¿Y qué problema hay …?” … Exhibía y promulgaba rectitud en conceptos básicos del aseo personal. Su vestimenta siempre reglada, y todo al punto masculino…Se pavoneaba con una gracia singular en aquellas labores desarrolladas por la mujer englobadas dentro del plano del hogar, jamás en el profesional… Aumentaba su manipulación, cuando resolvía utilizar la mentira para argumentar algún fin personal. Ocultaba información empleando evasivas si tenía que justificar actos carentes de transparencia. Pero en contra, procuraba saber todo lo realizado por ella, hasta el último detalle… Siempre disponible para efectuar desinteresadamente cualquier asistencia que alguien necesitara …aunque en el fondo reconocía que en esta vida no hay nada gratis… Si algo no resultó como él lo hubo planificado, quedaba incapacitado ante la introspección, eso no se había inventado para su persona, culpándola. Apostillándole que, debido a sus intrusiones, la relación se iba a pique, induciéndole de este modo, al miedo por una posible separación entre ambos…Hombre paciente. Gustaba escuchar las distintas versiones sobre algún problema surgido si ella estaba involucrada, para contrastarlo y él poder dictaminar. Ni decir tiene quién se llevaba la peor parte...Usaba su carisma para lograr beneficios, en especial desplegaba encanto con las señoras. Ese encanto quedó en el pasado hacia ella, solo constituía una sombra; o a la contra jugaba a ser víctima o mártir.
En la mesa el último cuaderno de hojas blancas que estaba utilizando y sobre éste un lápiz. El aire hablaba de una nebulosa confusa, apreciándolo enrarecido. Sabía que allí se concretaría el término, la despedida. Titubeó antes de iniciar la apertura de la sólida puerta. Temblaba sin poderlo ocultar. Ella se había marchado. Hizo realidad aquello que con tanta astucia ocultaba su silencio.
 Saturada de acumular circunstancias tan repetidas como silenciadas por acción u omisión… por tan abultada suma en desacuerdos y discrepancias; por aquellas conductas, dominantes y abusivas; por las amenazas, aterradoras y sobrecogedoras; por la manera de resolver las circunstancias hostiles, tremendas y espeluznantes, por las invenciones, o manías hartas de rectitud -las mismas que a veces él incumplía- … por las numerosas ofensas a su persona, todo era justificable y justificaba el adiós. Así encaminó hacia el punto y final dicha convivencia.
 En aquel lugar idílico se reunían cada tarde, el mar, sus recuerdos y él. Los ocasos acompañados de su paleta multicolor y los utensilios para escribir, eran los únicos compañeros en su endiablada soledad. Torpeza de principiante dejar escapar a la mujer que marcaría ausencias en cada poro de su piel.
 Le resultaba casi imposible separarla de su pensamiento.” Mi desesperación es extrema, casi un delirio…”- meditaba en sus largas horas de soledad. En semejante torbellino de rojos y naranjas que componían los atardeceres, así como los verdes y azules del infinito mar, aflojaba el nudo que le oprimía la garganta. Negociaba, traficaba sueños y promesas con la realidad, aunque ya todo resultaría inútil. La que fuera su esposa durante casi tres décadas le conocía a la perfección. Sabía que allí arrojaría todas las emociones día a día, en su paraíso; el confeccionado por y para él. Un nirvana junto al rompeolas que atravesó lo profundo de su ser.


ESTRELLA  DE  ÁNGELES  BAMORE




jueves, 13 de julio de 2017
















                    SOLEDAD


Una parte de mi siente nostalgia de ti,

amarte, abrazarte, tenerte.


Por no adivinar la clave de la armonía,

imperfecta, llegó a adentrarse en mis sentidos

y como un lastre, cargo en mi vida.


Vivo seducida por tu recuerdo…

y continúo encajando mi destino.



ESTRELLA  DE  ÁNGELES  BAMORE






    
                       ENLOQUEZCO


Dime de que manera puedo olvidarte
acojo fórmula,
acaso la solución no sea olvidarte
sino buscarte.


            ESTRELLA  DE  ÁNGELES  BAMORE


                    VIDA


La Felicidad, búsqueda larga
y a veces, duración corta.

Si viniera a mi vida
será siempre bienvenida.

Si de algo me colmara
de amor vivo me eclipsara,
y si alejada se mantuviera
ruego que por escaso tiempo acudiera.


        ESTRELLA   DE  ÁNGELES  BAMORE


































                SENTIDO COMÚN
        Incansable persigues la felicidad
        el amanecer engulle la oscuridad
        y el insomnio nocturno avisa…
        Hasta no encontrar el bienestar interior
        no descubrirás ni por azar el exterior

EL TODO O NADA

Tras de ti como lobo sobrado de libido
tú me desafías por el todo o nada
poniendo fin a la historia
ocultándote entre la manada.
Triste entiendo la retirada
de dos, solo uno fuimos amigos


 SONRISA MONA LISA

Imaginé construir una gran amistad
pero, confundí el sentimiento
Me topé con su mirada ambigua
y, una tentadora sonrisa Mona Lisa
por entonces mis labios ya musitaban amor...








LAZOS


Convaleciente de mi error
y  poético este momento
de puro remordimiento
al repentismo me sumo.

El gris día echara al humo
 problemas pues, en la esencia
cortas? cundes? qué solvencia?...

Ansié sanar el tormento
 propuesto con fiel talento
mas con tesón, ajustaré.












     POR    AMOR


Un abrazo sincero,
 aumenta su valor por diez.
         Un beso sincero,
 lo hace por cien y,
          Tenerte frente a mí,
  ya te lo diré...

                          Estrella Bamore 












                  TU     AMISTAD                                                                                                                                                                                          

Dejando sola mi sombra

sin más, amiga, partiste

desafié tu palabra

desoyendo tu pasado.


Usted la duda  persiguió,

mil disculpas de mis labios

aunque ya nada sirvió

¡maldigo la voz del hado..!



ESTRELLA  de  ÁNGELES  BAMORE